Prevenir este delito es tarea de todas y todos

La prevención comienza en casa

La trata de personas es un delito que convierte a las personas en mercancías previamente seleccionadas, muchas veces movilizadas dentro o fuera de sus países y entregadas para ser explotadas de diversas formas, entre ellas: explotación sexual en cualquiera de sus formas, trabajos o servicios forzados, esclavitud, mendicidad forzada, utilización de personas menores de edad en actividades delictivas o extracción de órganos.

Algunos puntos a considerar:

1.- ¿Te sabes de memoria los teléfonos de las personas a las que puedes acudir en caso de requerir ayuda? Hoy día, es frecuente que guardemos los números telefónicos en el celular, pero es muy importante saberlo de memoria por si lo pierdes, te lo quitan o se le acaba la batería.

2.- ¿Avisas a tus familiares en dónde vas a estar y con quién? ¿Tienen los datos de contacto de tus amigos(as), en caso de que te busquen? A veces, los familiares pueden parecer un poco controladores pero, en realidad se preocupan por ti. Aunque pueda resultar molesto, diles a dónde vas y con quién. Esto puede facilitar que te encuentren si te pasa algo o hay una emergencia. También es bueno que compartas tus planes con tus amigas, amigos o personas de confianza.

3.- ¿Hablas con tus hijas e hijos sobre los peligros que tiene el mundo real? ¿Les enseñas a cuidarse? No se trata de aislarlos del mundo, sobre protegerlos o que vivan “en una burbuja”, sino de ayudarles a reconocer los riesgos y tomar en serio su propia protección.

4.- Es importante aprender a cuidarse de los extraños, aunque parezcan personas simpáticas, amables y confiables. Enseña a tus hijas e hijos a no proporcionar información relevante o fotografías a extraños, en la calle o a través de redes sociales entre otros. Muchas veces pensamos que no pasa nada si revelamos ciertas cosas: a qué escuela vamos, qué nos gusta hacer, a qué lugares o eventos asistiremos… Sin embargo, todos esos datos pueden ayudar a los delincuentes a ubicarte y acercarse a ti.

5.- Gran parte de los casos de abuso, trata y explotación son cometidos por personas cercanas a la víctima. Por eso, también es fundamental aprender a cuidarse de las personas que pudieran parecer de confianza. ¿Alguien te pide ir a un lugar apartado? ¿Te han pedido que hagas o te han hecho algo desagradable o que te genere vergüenza? ¿Te dicen que no lo cuentes? Si te sucede, pide ayuda a un adulto de confianza.

6.- ¿Cómo es el ambiente en la casa? ¿Se respira cordialidad, afecto, respeto y paz? o, más bien, ¿agresividad, violencia y gritos? Muchos casos de trata son detonados por episodios de violencia al interior de las familias.

7.- ¿Sabes escuchar a tus hijas e hijos? ¿Pueden platicarte sus problemas, grandes o pequeños, sin que te asustes, los juzgues o te enojes? ¿Tus hijos saben que pueden acudir a ti si tienen un problema? ¿Crees lo que te dicen tus hijas e hijos? Una buena relación en casa y una buena comunicación son fundamentales.

8.- El machismo mata. ¿Fomentas en tu casa el respeto entre todos los miembros de la familia? ¿Le enseñas a tus hijas e hijos que todos tenemos responsabilidades en el hogar? ¿Que las mujeres y los hombres, las niñas y los niños valemos lo mismo? ¿Les enseñas a respetar a las personas del sexo opuesto? ¿Les haces saber que nadie puede ser utilizado como cosa u objeto?

9.- ¿Alguien te presiona para que hagas algo que no quieres, algo que te molesta o te avergüenza? ¿Te presionan para hacer algo en contra de tu conciencia de tus convicciones? ¿Tu novio –o alguien más– pretende obligarte a que tengas relaciones sexuales con él o con otra(s) persona(s) e incluso, cobra por ello?

10.- ¿Platicas con tus hijas e hijos sobre los riesgos de sufrir algún tipo de abuso? ¿Les enseñas la importancia de que aprendan a proteger su cuerpo, su sexualidad, su afectividad y su intimidad? ¿Les enseñas que nadie debe tocarlos(as) de manera indebida o que les incomode? Ciertamente, puede haber motivos legítimos (higiene, salud) pero es importante que aprendan a poner límites y a distinguir entre un caso y otro. ¿Saben que pueden hablar abiertamente contigo acerca de estos temas?

11.- A veces le tenemos miedo a la tecnología. No obstante, es importante que procures estar actualizado/a; de este modo, puedes conocer mejor los peligros que enfrentan tus hijas e hijos y ayudarles a estar mejor prevenidos. ¿Utilizas las redes sociales? ¿Proteges tus equipos electrónicos para que terceras personas no puedan acceder a tu información? ¿Utilizas contraseñas largas y difíciles de descifrar? ¿Las cambias con frecuencia? ¿Tienes cuidado con la información que compartes? No subas fotos comprometedoras o de los lugares que frecuentas, así como información personal a las redes sociales.

12.- ¿Viste una oferta de trabajo súper atractiva –en internet o en otro sitio– que no puedes ignorar? ¿Quieres conocer a esa persona que tanto te llama la atención en la redes sociales? Investiga al posible empleador, busca información acerca de la empresa, localiza la dirección, avisa a tus amigos o familiares y pide que te acompañen a la entrevista. Recuerda que algunas ofertas de trabajo son falsas. ¿Piensas que realmente conociste al amor de tu vida y que es momento de encontrarse? ¿Quieres conocer en persona a tu amigo/a virtual? Pide a alguien que te acompañe, quédate de ver en lugares públicos, abiertos y con flujo de personas; avisa a tus familiares y amigos, y dale los datos (foto, teléfono) de la persona que piensas ver a alguien de confianza. Muchas personas cambian su identidad en las redes sociales y en internet. No te confíes.

Publicación original de la CNDH http://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/Programas/TrataPersonas/12puntosTrata.pdf